Omega
Seamaster Diver 300M
Desde 1993, el Seamaster Professional Diver 300M disfruta de una multitud de seguidores legendaria. La moderna colección de hoy ha adoptado el famoso patrimonio oceánico y lo ha actualizado con las innovaciones y el diseño más perfectos de OMEGA. Este modelo de 42 mm, realizado en acero noble y oro amarillo de 18 qt, incluye un bisel cerámico negro con escala de inmersión Ceragold™. La esfera es también de cerámica negra pulida, con ondas grabadas por láser y ventana de fecha a las 6. Las agujas esqueleto y los índices realzados son de oro amarillo de 18 qt y están rellenos de Super-LumiNova blanco; la válvula de escape de helio tiene diseño cónico
El reloj, presentado con pulsera de caucho negra, incorpora el calibre OMEGA Master Chronometer 8800, visible a través del cristal de zafiro del fondo de caja con borde ondulado.
Acero noble
El acero noble es sin duda el más convencional de los materiales de relojería para la artesanía externa y ofrece belleza, resistencia y un precio asequible. OMEGA utiliza el acero noble 316L. Conocido por su resistencia a la corrosión y su brillo intenso después de pulirse, este material suele ser la elección ideal para los relojes utilizados a diario y en situaciones de gran tensión, como el buceo y la aventura.
Cerámica
OMEGA tiene una experiencia inigualable en el uso de la cerámica, que se remonta a más de 10 años. La cerámica, palabra cuyo origen es la griega “keramiké”, es una sustancia inorgánica y no metálica que se obtiene por cocción a altas temperaturas. Permite crear piezas de relojería totalmente densas y con propiedades mecánicas excepcionales. La cerámica es una de las opciones más demandadas por los clientes a la hora de elegir su reloj, gracias a su atractiva gama de colores y a sus propiedades específicas, como ser dos veces más ligera que el acero noble, ser duradera, muy resistente al rayado, químicamente inerte, hipoalergénica y no magnética.
Cristal de zafiro
Para apreciar realmente los detalles más sutiles de un reloj, OMEGA utiliza un cristal de zafiro sintético con un tratamiento altamente resistente a los arañazos y antirreflejos. Antes de los procesos de mecanizado y acabado, los cristales de zafiro se elaboran mediante el proceso de Verneuil, también llamado de fusión por llama. Consiste en la fusión de la materia prima mediante una llama de oxihidrógeno y la cristalización de las gotas fundidas para formar un cilindro. Con un grado de dureza 9 en la escala de Mohs (gradación de 1 a 10), los cristales de zafiro resultantes son prácticamente a prueba de arañazos y muy duros, lo que garantiza una visión sin obstáculos en todo momento.