Omega
Speedmaster Chronoscope
La colección Chronoscope ha tomado el legendario diseño del Speedmaster y lo ha combinado con la inspiración de los cronógrafos OMEGA de pulsera de la década de 1940
Este modelo de 43 mm está realizado en acero noble con esfera plateada y subesferas ennegrecidas. Junto con el aro de bisel en aluminio anodizado negro, con su escala taquimétrica, las agujas en forma de hoja y los números arábigos también están ennegrecidos, con un diseño exclusivo de pista "en espiral" que discurre bajo los números
Lo más notable es que la esfera lleva impresas tres escalas de cronometraje distintivas en un diseño "caracol" de los años 40, que incluyen una escala de taquímetro, una escala de pulsómetro y una escala de telémetro
Presentado con un brazalete de acero noble, el reloj incorpora un pequeño segundero negro situado a las 9 h y un registrador de 60 minutos y de 12 horas, a las 3 h con agujas rojas. El reloj está impulsado por el movimiento OMEGA Co-Axial Master Chronometer calibre 9908.
Acero noble
El acero noble es sin duda el más convencional de los materiales de relojería para la artesanía externa y ofrece belleza, resistencia y un precio asequible. OMEGA utiliza el acero noble 316L. Conocido por su resistencia a la corrosión y su brillo intenso después de pulirse, este material suele ser la elección ideal para los relojes utilizados a diario y en situaciones de gran tensión, como el buceo y la aventura.
Aluminio
El aluminio tiene la ventaja de ser un material realmente ligero utilizado para componentes decorativos. Mediante la anodización, ofrece una amplia gama de colores para crear partes del reloj atractivas, como aros de bisel, elementos aplicados en la esfera y también agujas. En particular, el proceso especial de anodización de OMEGA ha logrado aros de bisel de aluminio que son casi el doble de duros que las versiones normales, lo que los hace más resistentes a los daños externos.
Cristal de zafiro
Para apreciar realmente los detalles más sutiles de un reloj, OMEGA utiliza un cristal de zafiro sintético con un tratamiento altamente resistente a los arañazos y antirreflejos. Antes de los procesos de mecanizado y acabado, los cristales de zafiro se elaboran mediante el proceso de Verneuil, también llamado de fusión por llama. Consiste en la fusión de la materia prima mediante una llama de oxihidrógeno y la cristalización de las gotas fundidas para formar un cilindro. Con un grado de dureza 9 en la escala de Mohs (gradación de 1 a 10), los cristales de zafiro resultantes son prácticamente a prueba de arañazos y muy duros, lo que garantiza una visión sin obstáculos en todo momento.